Páginas

domingo, 22 de marzo de 2015

Tiramisú vegano y sin gluten

La receta que os traigo hoy es una de mis favoritas, no sólo porque es una de esas que se hacen en poco tiempo, sino porque además, este Tiramisú está especialmente bueno! Nada que envidiar a la receta original, que aporta muchísima grasa animal por el queso mascarpone con el que se hace. Por eso, esta receta es completamente apta para personas intolerantes a la lactosa, con alergia a la proteína de la vaca o que simplemente ha decidido desterrar los lácteos de su dieta por la cantidad de problemas que provocan en nuestro organismo. Pero si además eres de esas personas que estás cuidando tu alimentación, quieres comer más equilibradamente, y buscas recetas de postres saludables y libres de crueldad animal, ésta receta te va a encantar.
 
 

 
 
Si también eres una persona con celiaquía o intolerante al gluten, esta receta también es adecuada para ti. Y la vas a disfrutar un montón! Y si además, has decidido desterrar de tu vida el azúcar blanco o cualquier tipo de edulcorante sintético, que aunque no aportan calorías son igual de perjudiciales, esta también es tu receta! He transformado este maravilloso postre en un tiramisú vegano, sin huevo, sin lácteos, sin gluten y sin azucares simples o edulcorantes. Así que vamos, tienes que animarte a probarla!! Y sobre todo, tengo especial interés en que la pruebe mi querida Esther Tejedor, que me consta que es una especialista en tiramisú (tu opinión será fundamental para saber si debo hacer alguna modificación en la receta! jeje).
 
 
 
 
 
Espero vuestros comentarios, aquí en el blog, y vuestras opiniones y fotos de la receta a través de mi página de Facebook o en Instagram etiquetándome en ellas con el hasta @Carmen_chimpunkan.
 
Un abrazo!
 
Tiempo de elaboración: 10 minutos + tiempo de reposo (recomendado 6 horas)
 
 
Ingredientes (para un molde de unos 20x20 cms)
 
Para el "mascarpone":
  • Un yogur de soja sin azúcares añadidos (500 ml).
  • Vainilla en polvo.
  • Melaza de arroz (al gusto).
Para el bizcocho:
  • Soletillas sin gluten (podéis utilizar una marca que conozcáis, yo los compro en una panadería que me los hacen sin productos animales ni azúcares simples).
  • Ó también podéis utilizar restos de algún bizcocho que tengáis hecho.
Para mojar el bizcocho:
  • 3 tazas (de 200 ml) de café normal o descafeinado.
  • Ó 3 tazas de café de cereales.
  • Un chorrito de ron o esencia de ron.
Para decorar:
  • Cacao en polvo puro, sin azúcar ni gluten.
 
 
Preparación (más rápido imposible!)
 
1. Primero de todo, cogemos el yogur de soja, lo ponemos en un saquito o tela doble de escurrir (pueden servir las que venden para hacer leches vegetales, tofu, o para las papillas de niños), y lo dejamos escurrir para que vaya soltando el líquido. Cuanto más tiempo tengáis para escurrirlo mejor.
2. Preparamos el café para que vaya enfriándose un poco, si no al mojar las soletillas se nos romperán.
3. Mientras se va enfriando el café, mezclamos el yogur escurrido con la melaza de arroz y la vainilla en polvo. Vamos probando hasta dar con nuestro punto de dulzor adecuado. Reservamos.
4. Vamos con el montaje! Se van poniendo las soletillas en la base del molde elegido, intentando que no queden muchos huecos (podéis cortar o romper algún trozo para que ajuste mejor). Una vez puestas, se van bañando con la mezcla de café y ron, hasta que veáis que han absorbido todo el líquido y han quedado bien empapadas. Entonces, pasamos a poner una capa de nuestro "mascarpone", cubriendo bien las soletillas pero sin que quede muy gruesa (un dedo de espesor para mi es lo adecuado, aunque hay personas que les gusta más cantidad de crema que de bizcocho). Después de esto, continuáis de la misma manera haciendo otra capa más, primero soletillas, las empapamos del café y cubrimos con la crema. Para que quede bien, no os recomiendo hacer más de tres capas, si no queda demasiado pesado. Para mí dos capas son suficientes. La última capa que pongamos siempre será de mascarpone.  
5. Ahora, lo mejor es dejarlo reposar en nevera, un mínimo de 6 horas sería lo ideal. De verdad que merece la pena la espera porque los sabores se integran mucho mejor. Yo lo hago por la noche y así al día siguiente lo tengo listo ya.
6. Por último, antes de servir, espolvoreamos por encima con el cacao en polvo, que ya le aporta el toque 10 a este magnífico postre. Y a disfrutar!!
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Blogging tips